¿NEGOCIAR CON EL CRIMEN?

De nuevo emerge el debate sobre la conveniencia de negociar con ETA tras su último comunicado. Desde una perspectiva profunda podría aludirse, a modo de advertencia, a la misma Biblia con la cita: «los hijos de las tinieblas son más astutos en los negocios que los hijos de la luz» (Lucas 16,8), para, a continuación, resaltar que si bien la analogía no sería exacta en este caso (ya que el estado español, como creación humana, contiene defectos como cualquier otro estado), no puede ponerse al mismo nivel de diálogo a una organización criminal y a un estado de derecho. Negociar con el crimen supone, en cierto sentido, otorgar al mismo una carta de credibilidad (aunque sea solo en los contenidos ideológicos que esta mafia defiende), a la vez que politizar una realidad carente de toda racionalidad y moralidad. Además esa negociación constituye una afrenta grave contra los seres queridos de los casi mil asesinados por la banda. Y, hilando de modo muy fino, podría entonces plantearse una similar negociación con otras estructuras criminales que sustentan el tráfico de drogas, la explotación sexual, o la extorsión a inmigrantes desde redes extranjeras. Pues, ¿qué diferencia hay entre el asesinato causado desde la ETA al causado desde otra organización criminal?; La negociación con el crimen lleva intrínseca la trampa y, como todo lo que es negativo, trae quizás beneficios a corto plazo pero graves e irreversibles perjuicios a largo.

Santiago-César González Alba

Deja un comentario